casos en que el material era distinto, el Cronista había incorporado alteraciones, adiciones e invenciones. Durante el resto del siglo se produjo un intenso debate. Si bien hubo una respuesta conservadora que defendía la fiabilidad del Pentateuco y de Crónicas, con la obra Prolegomena de J. Wellhausen, publicada en 1878, la fecha tardía de la fuente P del Pentateuco y la falta de fiabilidad histórica de Crónicas llegaron a ser ampliamente aceptadas entre los especialistas de la escuela crítica. Durante
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